lunes, 1 de septiembre de 2014

Durante estos cuatro últimos años este blog ha estado a disposición de mis alumnos del IES Nuestra Señora de la Cabeza (Andújar), además de para todo aquel que por algún motivo llegó hasta él. A partir de este curso deja de ser el punto de encuentro entre mis alumnos de este instituto, ya que mi destino es otro, pero seguirá estando disponible para todo el que dé con él.

No seguiré actualizándolo, pero sí leyendo los comentarios o dudas que os puedan surgir.

Si has llegado hasta aquí, gracias por tu visita.


martes, 22 de abril de 2014

EL TALENTO DE MR. RIPLEY

SÉPTIMA LECTURA: El talento de Mr. Ripley

Si pincháis sobre el libro accederéis al enlace para descargarlo.






SINOPSIS:

En El talento de Mr. Ripley, la más célebre novela de Patricia Highsmith, aparece su más fascinante personaje: el inquietante y amoral Tom Ripley, figura prototípica de un género que Patricia Highsmith ha inventado, que se sitúa entre la novela policiaca y la novela negra, entre Graham Greene y Raymond Chandler, donde el más trepidante suspense se aúna a un vertiginoso análisis psicológico. Mr. Greenleaf, un millonario americano, le pide a Tom Ripley que intente convencer a su hijo Dickie que está viviendo una vida bohemia en Italia para que regrese al hogar. Tom acepta el encargo, y de paso pone tierra por medio a posibles problemas policiales. Allí se encontrará con Dickie y su amiga Marge, con quienes establece una turbia y compleja relación.

SOBRE LA AUTORA Y SU ÉPOCA:


De nombre Mary Patricia Plangman, se trasladó de muy  joven a Nueva York, graduándose en 1942 en el Barnard College. Trabajó para una editorial haciendo sinopsis de historietas, comenzando a escribir a los veintidós años. Vivió algún tiempo entre Nueva York y México, donde también publicó. Comoquiera que sus obras no tuvieron demasiado éxito en Estados Unidos pero sí en Europa, en 1963 se trasladó a Inglaterra, viviendo posteriormente en Francia y Suiza. De carácter muy introvertido, era lesbiana, lo que se hizo notar en algunas de sus novelas, y adicta al alcohol. Varias de sus novelas han sido llevadas al cine, destacando Extraños en un tren, llevada en tres ocasiones, una de ellas con gran éxito por Alfred Hitchcock. También produjo una serie para televisión.

Autora de relatos cortos y ensayos, es fundamentalmente conocida por sus novelas de suspense psicológico, y policiacas.
 

La temática de la obra de Patricia Highsmith se centra en torno a la culpa, la mentira y el crimen, y sus personajes, muy bien caracterizados, suelen estar cerca de la psicopatía y se mueven en la frontera misma entre el bien y el mal. Esto es muy notorio en su primera novela publicada, Extraños en un tren (de 1950), que fue llevada un año después al cine por Alfred Hitchcock con el mismo título y cuyo guion fue adaptado por Raymond Chandler.

La visión de la realidad que se desprende de sus novelas y cuentos es depresiva, pesimista y sombría, como también su concepto sobre el ser humano. Algunas de sus novelas incluyen referencias homosexuales; su novela Carol, que sus editores rechazaron por su temática lésbica, fue publicada bajo el pseudónimo Claire Morgan en 1953 y vendió cerca de un millón de ejemplares. En su última novela publicada, Small g, un idilio de verano (de forma póstuma un mes después de su fallecimiento), se trata nuevamente la temática homosexual, esta vez en torno a la presentación de una serie de relaciones equivocadas.

Highsmith, cuyo estilo se presenta tan económico como el de Guy de Maupassant, al que admiraba, destaca especialmente como creadora de personajes, especialmente marginales. Busca la polémica y le atrae especialmente la ambigüedad moral: sus héroes suelen ser personajes turbios y ambiguos que explotan la hipocresía social para ascender socialmente. Su obra se compone de una veintena de novelas, un gran número de relatos y un ensayo, El arte del suspense. Su amigo Graham Greene dijo sobre ella: "Uno no cesa de releerla. Ha creado un mundo original, cerrado, irracional, opresivo, donde no penetramos sino con un sentimiento personal de peligro y casi a pesar nuestro, pues tenemos enfrente un placer mezclado con escalofrío".

Alabada por la crítica como una de las mejores escritoras de su generación, por la penetración psicológica que lograba en sus personajes y sus tramas complejas y muy elaboradas, consiguió un reconocimiento internacional que pasó al público.

domingo, 20 de abril de 2014

COMENTARIO DEL LAZARILLO DE TORMES

COMENTARIO DE TEXTO DEL LAZARILLO DE TORMES
(ALEXIS BÉJAR LÓPEZ 1º BACH E)

El fragmento que a continuación vamos a comentar pertenece  una obra de autor anónimo titulada El lazarillo de Tormes .Esta obra es una novela publicada en el año 1554, es decir, en pleno Renacimiento. 

El Renacimiento es un período de nuestra historia cultural  que comienza en la Europa Occidental con el descubrimiento de América (1492) y que perdura hasta finales del siglo XVI. 

Durante esta época surgieron las naciones modernas gobernadas por monarquías absolutas, basadas en el origen divino del poder, al tiempo que en nuestro país los Reyes Católicos consiguen unir los territorios de Aragón y Castilla. Bajo el reinado de Isabel y Fernando; Colón descubrió América, convirtiendo el español en uno de los mayores imperios. Tras la muerte de ambos, Carlos I accedió al trono, dando lugar a un período de apertura cultural, intelectual y artística respecto a las nuevas corrientes surgidas en Italia. En 1556, Carlos I abdicó dando lugar a un nuevo reinado: el de Felipe II, durante el que España se encerró nuevamente en el catolicismo y abandonó cualquier posible entrada de nueva corrientes culturales.

En economía se produjeron grandes cambios debido a que surgió un nuevo modelo económico: el capitalismo, que otorga más poder a quien más dinero tiene.

La corriente cultural que predominó a lo largo de este período fue el Humanismo que recupera la cultura grecolatina y sus ideales estéticos así como el antropocentrismo, que sitúa al hombre en el centro del universo, y la dignificación de las lenguas vulgares.

En filosofía se dan tres corrientes principales: epicureísmo (vivir la vida con placer), estoicismo (resignación), escepticismo (ver para creer) y neoplatonismo (realidad como reflejo de la belleza divina).

En esta época, la religión vive un período convulso debido a la reforma luterana que ataca los pilares fundamentales de la Iglesia Católica. Para frenar el auge del protestantismo como consecuencia de la reforma luterana se pone en marcha la contrarreforma católica que impone mayor firmeza en el dogma, austeridad y control de las ideologías disidentes, dando lugar así a la formación de una nueva institución conocida con el nombre de  Inquisición que tenía como fin suprimir la herejía.

Si nos centramos en literatura y más especialmente en la lírica de este período, observamos dos épocas diferenciadas. Por un lado tenemos el primer renacimiento  que gira en torno al amor petrarquista. Imita los clásicos griegos y muestra una contraposición entre los versos octosílabos y el uso de estrofas medievales como el romance o el villancico. Por otro lado encontramos el manierismo o segundo renacimiento caracterizado por su originalidad y el tratamiento de temas de carácter patriótico moral o religioso.

La obra a la que pertenece el fragmento que estamos comentando, se trata de la primera novela moderna debido a tres razones:
·              Por tener un personaje de origen humilde y carácter antiheroico.
·              Por el tratamiento del personaje protagonista: Lázaro evoluciona psicológicamente.
·              Por su estilo realista.

El Lazarillo de Tormes fue publicado por primera vez en 1554 (Burgos, Alcalá de Henares y Amberes) pero 5 años más tarde fue prohibida debido a que realiza una fuerte crítica a la sociedad de la época centrándose especialmente en la nobleza y el clero. Algunas de las características de esta sociedad y que el autor critica son: la ausencia de valores morales y religiosos, la hipocresía (representada por crueles mendigos y curas faltos de caridad y moral) y los hidalgos venidos a menos que prefieren morir para defender su limpieza de sangre y honra.

Nos encontramos ante un texto de carácter narrativo que podemos situar dentro del subgénero de la novela.  En este siglo tan prolífico de las letras españolas encontramos una doble vertiente en cuanto al tipo de narrativa. Por un lado se da una novela realista que puede ser bizantina, morisca, pastoril o de caballerías; mientras que por otro hallamos la novela realista o picaresca, a la que pertenece este fragmento.

En primer lugar, las novela idealistas se caracterizan por poseer unos personajes planos que no evolucionan con el desarrollo de la acción; y que además  presentan un ritmo lento de la acción como consecuencia de las constantes interrupciones de la trama por medio de relatos, poemas o descripciones; muestran un tiempo indefinido, irreal o mítico y se plantea un  paisaje idealizado, con lugares exóticos o legendarios. Por último, el argumento de este tipo de obras suele  estar formado por lances caballerescos, idilios amorosos o aventuras fantásticas.

En segundo lugar , la narrativa realista sigue el camino iniciado por La Celestina y nos  presenta  los aspectos cotidianos de forma realista , es decir , tal y como son .Como hemos dicho anteriormente , la narrativa realista está formada principalmente por la novela picaresca que consiste en una narración autobiográfica de un personaje de clase social humilde y orígenes deshonestos que para poder vivir tiene que mendigar y utilizar ingeniosas trampas, lo que nos permitiría definir a este personaje como ingenioso y carente de escrúpulos morales. Por último este tipo de novela supone un relato convergente (en el que cada episodio está subordinado a explicar el deshonor en el que se encuentra inmerso el pícaro) que gira en torno al hambre o al deseo de ascenso social que el pícaro no puede ver cumplido.

A lo largo de los siete tratados que forman la novela. Lázaro nos cuenta su miserable vida: hijo de un ladrón y una lavandera, se queda huérfano de padre siendo muy niño. Al no poder mantenerlo, su madre se lo entrega a un ciego que será su primer amo. Con el paso del tiempo servirá a otros muchos amos: un clérigo avariento, un escudero, un fraile de la Merced, un alguacil, etc.; hasta que finalmente se casa con la criada y protegida de un capellán de Toledo que le ayuda a conseguir el ‘’honroso’’ oficio de pregonero y que le es infiel. La novela termina con la irónica afirmación que el protagonista hace de haber tenido mucha suerte en la vida.

Principalmente, a lo largo de la obra observamos cuatro temas:
·   La realidad social: formada por un sistema de valores equivocados  y caracterizada por los problemas sociales y económicos que dan lugar a una situación de pobreza y miseria.
·   El hambre: tema en torno al que giran los tres primeros tratados.
· La honra:  comportamiento social negativo , falsas apariencias(presentes en el capítulo del escudero)
·   El anticlericalismo: provocado por la hipocresía de las prácticas religiosas externas, la crueldad, la falta de caridad, la avaricia, el engaño y la lascivia.


En cuanto al tema del presente texto destacamos  el del hambre y la astucia como reflejo de la realidad social.
 
En este fragmento concretamente, Lázaro y su amo ciego consiguen un racimo cuyas uvas deciden comer de una en una. El ciego para poner a prueba a Lázaro comienza a coger de dos en dos, y este también le sigue. Finalmente el amo comprueba que Lázaro no le era fiel ya que cuando  se saltó el trato su ‘’subordinado’’ no se quejó.

La obra está formada por un prólogo (en el que se explica mediante una carta las razones por las que se debe escribir un libro sobre la vida de Lázaro) y siete tratados. El primero cuenta cómo fue su infancia y de qué forma conoció a su primer amo, el ciego. En el segundo se muestra el encuentro con un nuevo amo, un clérigo avariento al que Lázaro tiene que robar para poder vivir. En el tercero, pasa a manos de otro amo, está vez un escudero pobre que aparentaba ser rico. En el cuarto se pone al servicio de un fraile, que le hace andar demasiado y del que termina cansado. En el quinto, acompaña a un buldero que junto a un alguacil le enseña a engañar a la gente para conseguir dinero. En el sexto, pasa a manos de un capellán que le mandaba una serie de trabajos que le permiten a Lázaro poder comprarse ropa y una espada. En el séptimo, conoce a un arcipreste con cuya hija se casa y consigue una vida medianamente feliz.

Como podemos observar este episodio forma parte del primer tratado debido a que está al servicio de su primer amo, el ciego. Atendiendo a su estructura  externa este fragmento está formado por 24 líneas repartidas en 5 párrafos de diferente extensión en los que aparecen intercalados el diálogo, marcado por los guiones,  y la narración.

Por otro lado, se podría decir que este texto es un relato dentro de la historia, por lo que se puede dividir en planteamiento nudo y desenlace.
·  Planteamiento: se presentan los personajes , el lugar y el tiempo; y se dejan entrever algunos matices del problema principal (l1-13)
·  Nudo: Establecen cómo van a comerse las uvas y el ciego pone a prueba a Lázaro.(l14-19)
·  Desenlace: el ciego se percata del engaño de Lázaro (l20-24)

A continuación, vamos a proceder a justificar la pertenencia de este texto al género narrativo. En primer lugar, no encontramos con que el narrador es  el propio personaje que se encarga de contar en primera persona lo que le sucedió con el ciego y el racimo de uvas (l1-2, ’’Para que se vea el ingenio de este astuto ciego, contaré un caso de los muchos que con él me acaecieron’’; l18, ‘’Como vi que el quebraba la postura’’).

Por otro lado, los personajes de este fragmento son el ciego, el pícaro y el vendimiador. De los que el pícaro y el ciego son personajes principales y actantes mientras que el vendimiador es un personaje secundario y actante .Si nos centramos en la caracterización de cada personaje , destacamos que el ciego se caracteriza de forma directa , por medio del narrador, (l.23 ,’’Respondió el sagacísimo ciego’’) y de forma indirecta , a través de lo que él mismo dice en el primer párrafo(l.4-5, Se acogía a este refrán:<<Más da el duro que el desnudo>>) y en el último (l.24,‘’-¿Sabes en qué veo que las comiste tres a tres? En que yo comía dos a dos y callabas’’); por otro lado, Lázaro sólo viene caracterizado por lo que el narrador, es decir él mismo, dice de él. Lázaro es un pícaro mentiroso que siempre se la está ingeniando para sacar beneficio de cada situación (l18-19, ‘’ no me contenté con ir a la par con él; más aún pasaba y adelante; dos a dos y tres a tres, y como podía las comía; l22’’-No comí –dije yo- ; mas ¿por qué sospecháis eso?).El ciego es astuto y tiene por objetivo dar lecciones a Lázaro sobre la vida. (l.23, ’’Respondió el sagacísimo ciego’’; l.24, ’’-¿Sabes en qué veo que las comiste tres a tres? En que comía yo dos a dos y callabas’’).Por último del vendimiador, al ser un personaje secundario, no tenemos información aunque podríamos decir que es generoso debido a que al ver a Lázaro y su amo en tan difícil situación decide darles algo para comer.

En cuanto a la acción, encontramos hechos reales, que pudieron haber ocurrido, y verosímiles, ya que no aparecen  rasgos que impidan la credibilidad del texto. Como hemos dicho antes, este fragmento, posee las tres partes propias de la narración: planteamiento, nudo y desenlace. Los acontecimientos poseen una estructura lineal, es decir, vienen ordenados cronológicamente desde el principio hasta el final. Esta acción transcurre en un espacio abierto a aparentemente en un camino rural de Almorox  (l.6, ‘’llegando a un lugar que llaman Almorox’’) antes del mediodía y  entre los meses de julio y octubre, ya que la vendimia se realiza entre el verano y el comienzo del otoño  a primera hora de la mañana. Se podría decir que los hechos transcurren en unas pocas horas; y respecto al tiempo interno destaca la presencia de un tiempo escena producido por el diálogo que Lázaro mantiene con su amo en los párrafos tercero y quinto.
      Para finalizar el comentario vamos a analizar la lengua y el estilo empleado en este fragmento.

En primer lugar, existe una parte dialogada en la que los personajes se comunican usando el estilo directo, marcando cada intervención con guiones .Esta parte dialogada abarca desde la línea 12 a la 15 y de la 21 a la 24.

  Debido a que es un texto narrativo, apreciamos la abundancia de verbos que ayudan a darle forma a la acción. En cuanto a estos verbos destacamos: el uso del pretérito perfecto simple  durante toda la obra (línea6, acaeció ;línea 10 acordó; línea 16 mudó) que presentando los hechos como sucedidos y otorgan vivacidad al texto ; la aparición del pretérito imperfecto del indicativo , muy frecuente en las descripciones ya que aporta información complementaria, (línea 3 , decía ,era) ;también encontramos el pretérito pluscuamperfecto del indicativo que  es empleado para recordar acciones anteriores a las narradas en pasado(línea 11, me había dado);y por último , encontramos el presente del indicativo que se utiliza para hacer coincidir el tiempo de los hechos narrados con el tiempo  del relato(presente histórico) (línea 2, parece; línea 24 veo).

Como curiosidad, cabe citar, el empleo por parte de Lázaro de la segunda persona del plural para dirigirse a su amo (l22, ’’ ¿por qué sospecháis eso?) como una fórmula de cortesía.

Otra cuestión a tener en cuenta es la aparición de palabras que han cambiado de significado (mudar, concierto); que están en desuso (fardel, escobajo) o que han evolucionado (agora->ahora ; ada->cada).

Centrándonos en la sintaxis observamos la presencia de enunciados largos que intercalan oraciones subordinadas y coordinas , complicando así la comprensión del texto(l.7-9’’Y como suelen ir los cestos maltratados, y también porque la uva en aquel tiempo está muy madura , se le desgranaba el racimo en la mano y si lo echaba en el fardel se tornaba mosto’’).También destaca el uso de construcciones propias del siglo XVI como puede ser la aparición del CD o CI detrás del verbo (l21,engañado me has).

Es importante señalar dentro de este análisis del estilo, el uso de un lenguaje sencillo que pretende reflejar el habla de la época. Por ello, el texto está plagado de características propias de ese lenguaje como pueden ser: el uso de refranes (l5, ‘’Más da el duro que el desnudo’’) o el empleo de expresiones como ‘’Juraré yo a Dios’’ (l21).

En este fragmento es muy frecuente la función poética del lenguaje que viene introducida por refranes (l4‘’Más da el duro que el desnudo’’), así como por la utilización de figuras retóricas entre las que destacamos: el polisíndeton , debido a la repetición del nexo copulativo y(l.7-9, ‘’Y como suelen ir los cestos maltratados y también porque la uva en aquel tiempo está muy madura, se le desgranaba el racimo en la mano y si lo echaba en el fardel se tornaba mosto’’); paralelismo , provocado por la repetición de una misma estructura gramatical(l.19,’’Dos a dos y tres a tres); la hipérbole, en la línea 10 ya que se exagera el hecho de comerse el racimo de uvas y se compara con un banquete ; y el  hipérbaton , que se produce al alterar el orden lógico de las palabras (l21, ‘’engañado me has’’ ).Por último , antes de finalizar es oportuno comentar que a lo largo de la obra el autor utiliza la ironía y el humor ,tal y como podemos observar en la última intervención del ciego.(l24,’’¿Sabes en qué veo que las comiste tres a tres? En que comía yo dos a dos y callabas’’).

TEMA 10: EL TEATRO EN EL SIGLO DE ORO

El término Siglo de Oro fue concebido por el erudito y anticuario dieciochesco Luis José Velázquez, marqués de Valdeflores (1722-1772), quien lo empleó por primera vez en 1754, en su obra crítica pionera Orígenes de la poesía castellana, aunque para referirse exclusivamente al siglo XVI. Posteriormente la definición se amplió, entendiendo toda la época clásica o de apogeo de la cultura española, esencialmente el Renacimiento del siglo XVI y el Barroco del siglo XVII. Para la historiografía y los teóricos modernos, pues, y ciñéndose a fechas concretas de acontecimientos clave, el Siglo de Oro abarca desde la publicación de la Gramática castellana de Nebrija en 1492 hasta la muerte de Calderón en 1681.



sábado, 29 de marzo de 2014

COMENTARIO CRÍTICO: "Los girasoles ciegos"

Ahora lamento no haber dicho a mis padres que el hermano Salvador me vigilaba, porque el día que se presentó en casa de improviso no estaban prevenidos. Llegó dando patadas a la puerta y gritando. Mi madre no tuvo más remedio que dejarle pasar. Recuerdo que la casa estaba casi sin muebles porque se los estaba llevando gente desconocida por razones que no me atrevía a preguntar pero que yo atribuía a su pobreza y no a la nuestra.

Entró como una exhalación llamándome y no dejó de vociferar hasta que me encontró en la cocina fingiendo leer Alicia en el País de las Maravillas. Me preguntó cómo estaba, me arrancó el libro de las manos, me lo devolvió inmediatamente y me pidió, sin esperar mi respuesta, que le dejara hablar un momento con mi madre.

Durante muchos años me ha atormentado el remordimiento por haber invocado a los leprosos para que se comieran a ese energúmeno que estaba haciendo daño a mi madre, porque cuando acudí aterrorizado al oír sus gritos, vi cómo mi padre, desangelado e impotente, se abalanzaba sobre el hermano Salvador que estaba a horcajadas sobre ella, que se protegía el rostro con las manos para evitar el aliento de aquel puerco que hocicaba en su escote. Mi padre había salido del armario.

Alberto Méndez, Los girasoles ciegos.


 Comentario crítico de un fragmento de la última derrota.


Años 30, plena Guerra Civil Española. Una situación incómoda, tanto para pueblo como para autoridades españolas. Un enfrentamiento. Dos bandos, el Republicano y el sublevado. Y más de 500.000 muertos, tanto civiles como militares. A parte de los grupos exiliados.

        En esta España de conflictos, las actividades sociales estaban casi prohibidas, debido a los toques de queda y a los enfrentamientos callejeros. Apenas había gente en la calle, ya que si había grupos de personas reunidas se podrían tomar represalias contra ellos.

        Esto me lleva a pensar en el miedo, en el terror y sobre todo, en el silencio que tuvieron que mantener miles de familias humildes y trabajadoras de España. Silencio, esa es la palabra que no hacia falta nombrar a los maridos de las esposas de entonces. Las mujeres, sabían perfectamente los comentarios y hechos que convenía que supieran los vecino aledaños. Solo hacían saber a sus convecinos la felicidad de su hogar, un hogar en el que se vivía felizmente y sin problema alguno.

        Estas mujeres de antaño, madres de sus hijos y esposas de sus maridos, han ido evolucionando con el tiempo a mejor, debido a los derechos y deberes que se les han concedido con la Declaración de los Derechos Humanos. Dichas mujeres han ido sacando, poco a poco, a la luz las acometidas de sus maridos, bueno, más o menos como ahora. 
      
        Cierto es, que los casos de violencia de género han ido descendiendo desde que nuestro queridísimo Adolfo Suárez aprobó la ley del divorcio y así miles de matrimonios con problemas pudieron separarse sin que los maridos pudieran causar males mayores en su relación. Aún así, con esta opción de separación, miles de mujeres, tanto españolas como extranjeras, han aguantado las acometidas de unos maridos machistas anclados en la mentalidad del pasado.

        No solo se dan casos de violencia machista en matrimonios, sino que también, miles de parejas jóvenes mantienen más o menos la misma situación. Hombres jóvenes, con no más de 20 años, tienen los mismos comportamientos que tenían los hombres de mediados del siglo XX. Y diréis, ¿por qué tienen estos comportamientos si no vivieron la época? Pues es muy fácil de contestar, simplemente, por la educación que se le ha dado y lo que han visto en su casa.

        En definitiva, a parte de que algunas personas, de verdad, tuvieran deficiencias graves, todos estos asesinatos, acometidas, represalias, agresiones tanto sexuales como físicas contra la mujer, todo esto, me parece el más claro ejemplo de la sociedad, una sociedad en la que a los hijos los dejan a sus suerte embobados con los móviles y aprendiendo de lo que ven, en vez, de ser educados aparte de por los profesores, por sus propios padres. Luego, pasa lo que pasa, que tienes a unos hijos descontrolados  e impulsivos capaces de hacer lo que sea por tener por completo el control  de su hogar. 

        Al fin y al cabo todo esto no pasaría si a los futuros integrantes de la sociedad se les educara en condiciones. La base de una buena vida de un niño o un adolescente es la educación y el respeto por y hacia los demás.


Alejandro Fuentes, 2º Bach. C

COMENTARIO CRÍTICO: "San Manuel bueno, mártir"

Así fui llegando a mis veinticuatro años, que es cuando volvió de América, con un caudalillo ahorrado, mi hermano Lázaro. Llegó acá, a Valverde de Lucerna, con el propósito de llevarnos a mí y a nuestra madre a vivir a la ciudad, acaso a Madrid. 
–En la aldea –decía– se entontece, se embrutece y se empobrece uno.  
Y añadía:
–Civilización es lo contrario de ruralización; ¡aldeanerías no!, que no hice que fueras al Colegio para que te pudras luego aquí, entre estos zafios patanes
Yo callaba, aún dispuesta a resistir la emigración; pero nuestra madre, que pasaba ya de la sesentena, se opuso desde un principio. «¡A mi edad, cambiar de aguas!», dijo primero; mas luego dio a conocer claramente que ella no podría vivir fuera de la vista de su lago, de su montaña, y sobre todo de su Don Manuel.  
–¡Sois como las gatas, que os apegáis a la casa! –repetía mi hermano. 
Cuando se percató de todo el imperio  que sobre el pueblo todo y en especial sobre nosotras, sobre mi madre y sobre mí, ejercía el santo varón evangélico, se irritó contra éste. Le pareció un ejemplo de la oscura teocracia en que él suponía hundida a España. Y empezó a barbotar sin descanso todos los viejos lugares comunes anticlericales y hasta antirreligiosos y progresistas que había traído renovados del Nuevo Mundo. 
En esta España de calzonazos --decía– los curas manejan a las mujeres y las mujeres a los hombres... ¡y luego el campo!, ¡el campo!, este campo feudal ... 
Para él, feudal era un término pavoroso; feudal y medieval eran los dos calificativos que prodigaba cuando quería condenar algo. 
Le desconcertaba el ningún efecto que sobre nosotras hacían sus diatribas y el casi ningún efecto que hacían en el pueblo, donde se le oía con respetuosa indiferencia. «A estos patanes no hay quien les conmueva». Pero como era bueno por ser inteligente, pronto se dio cuenta de la clase de imperio que Don Manuel ejercía sobre el pueblo, pronto se enteró de la obra del cura de su aldea. 
–¡No, no es como los otros –decía–, es un santo!  

Miguel de Unamuno, San Manuel Bueno, mártir.   

Como bien dice la frase “siempre tiene que haber un tonto en la sala” y, para no variar, España siempre se lleva el máximo de los galardones. Coincido completamente con las críticas de Lázaro hacia nuestra sociedad, pero en este comentario me gustaría llegar un poco más lejos.

¿Por qué no se conservan los maravillosos ideales de Platón y su “República”, su intelectualismo moral o su teoría ético-política y sí se sigue conservando la absoluta tiranía con la que el Gobierno o la Iglesia nos sigue manipulando como a unas marionetas?

Y es que no concibo un Gobierno en el que su líder no tenga estudios superiores o sepa simplemente hablar inglés. Pero aún menos puedo entender cómo una “secta salvaje” como es la Iglesia ha podido durante tantos y tantos años estar al mando del poder y cometer tantos crímenes como lo ha hecho.

Recientemente he estado en la Basílica de San Pedro del Vaticano e inevitablemente quedé atónito ante su “Capilla Sixtina” o sus “Museos Vaticanos”, pero no pude recapacitar sobre esas desmesuradas y el lugar de procedencia de esa financiación para construirlas. Mientras había gente en la calle muriéndose de hambre, ese bueno y caritativo clero seguía indiferente para no perder ni una sola moneda para construir sus iglesias y monasterios.

Debido a esta avaricia de la Iglesia y al continúo analfabetismo que hemos ido arrastrando siglo tras siglo, no por culpa del obrero, sino por culta de los gobernantes que desde un principio no proporcionó una buena educación al ciudadano para, por otro lado, seguir abasteciéndose con sus riquezas, somos lo que somos y nos merecemos nuestro actual grupo de zoquetes y perezosos.

Ojalá hubiera habido desde un principio un grupo de personas, al poder ser intelectuales, que con un poquito de cabeza y racionalidad, hubieran construido una España mejor, basándose en el esfuerzo y la constancia, para que yo hubiera vivido en una nación digna.

Pero la realidad es la realidad, y solo espero que este deseo, que no se ha cumplido, pueda llevarse a cabo de ahora en adelante, para que mis hijos y generaciones próximas puedan vivir en una España justa, la España deseada.


Juan Antonio Pérez Lorente, 2º Bach. C 

COMENTARIO CRÍTICO: "Los girasoles ciegos"

La primera vez que el capitán Alegría estuvo cerca del riesgo fue, precisamente, el día que comienza esta historia. Su decisión no fue la de unirse al enemigo sino rendirse, entregarse prisionero. Un desertor es un enemigo que ha dejado de serlo; un rendido es un enemigo derrotado, pero sigue siendo un enemigo. Alegría insistió varias veces sobre ello cuando fue acusado de traición. Pero eso ocurrió más tarde.
En una confidencia inoportuna que días más tarde utilizaría el fiscal militar para pedir su muerte con ignominia, Alegría confesó a un suboficial intachable que los defensores de la República hubieran humillado más al ejército de Franco rindiéndose el primer día de la guerra que resistiendo tenazmente, porque cada muerto de esa guerra, fuera del bando que fuera, había servido sólo para glorificar al que mataba. Sin muertos, dijo, no habría gloria, y sin gloria sólo habría derrotados.

Aunque se unió al ejército sublevado en julio de 1936, al principio estuvo bajo la indecisión de sus mandos, que no veían en aquel alférez provisional las cualidades de un guerrero y que destinaron finalmente a Intendencia, donde su rectitud y su formación serían más útiles que en el campo de batalla. Sin embargo, sabemos por los comentarios a sus compañeros de armas que un cansancio sumergido y el pasar de los muertos le transformó, según sus propias palabras, en un vivo rutinario. Aun así, a finales de 1938, fue ascendido al grado de capitán para premiar su celo.

Soy un rendido.

Los girasoles ciegos, Alberto Méndez

COMENTARIO CRÍTICO DE LA PRIMERA DERROTA

Pérdida, derrota, vencido, abatido, consuelo, etc. son palabras con sabor amargo, pero inevitablemente difíciles de asumir.

La derrota puede ser uno de los sentimientos más tristes que puede haber, a parte de la pérdida de un ser querido.

Personalmente, el hecho de ser vencido me provoca una gran rabia y frustración que produce un llanto desmedido que desemboca en un enfado hasta de varios días.

Los españoles sabemos mucho de esto y aunque siempre en nuestro fatídico historial haya más puntos rojos que verdes, la verdad está por encima de todo y es que nos cuesta mucho reconocer que "no sabemos perder".

Reflexionamos y reflexionamos sobre esa derrota y al fin y al cabo nos damos cuenta de que la vida sigue y simplemente son unas derrotas más en nuestra vida, a las cuales prefiero llamar "no-victorias".

Tal vez exagere un poco con este tema, pero uno de mis puntos débiles es la frustración y no puedo remediar expresarlo con tanto ímpetu. Me gusta distinguir dos tipos de frustración: la evitable y la inevitable.

La evitable se centra en el gobierno y la corrupción diaria que por culpa de unos pocos tenemos que sufrirla otros muchos. Por otra parte, la inevitable es la derrota de la vida de la que se habla en el texto y sufre el Capitán Alegría.

Provoca muchísima rabia y enerva los cerebros de algunos cuando pensamos por qué lo evitable tiene que ser lo inevitable y viceversa. ¿Por qué esa escoria política sin una buena base estudiantil son los que roban al pueblo con sus privilegios usando sus limusinas y sus pensiones vitalicias mientras hay gente muriéndose de hambre en las calles y por qué algunas personas les produce remordimientos, dolor y lágrimas perder una simple final de fútbol cuando no se dan cuenta de que esas reacciones las tendrían que tener sublevándose contra el poder en cualquier acto o manifestación?

Si hay alguna idea clara de la que estoy segura es la de una marcha contra el poder. No promuevo la violencia pero todavía recuerdo con orgullo, y no tengo raíces francesas, aquella toma del Palacio de Versalles por parte del pueblo parisino que consiguió con esfuerzo y valentía derrocar a Luis XVI del trono.

Quizás no desee una reacción tan violenta del pueblo, pero sí me llenaría de orgullo y satisfacción un pequeño susto del pueblo español ocupando la Moncloa con esa rabia y frustración que malgastamos en las derrotas cotidianas para que se dieran cuenta de una vez por todas y sufrieran en sus propias carnes el miedo y la soledad que siente un desahuciado desamparado que no tiene más que el frío suelo y su sucio cartón para poder sobrevivir día tras día en la puñetera calle.

Juan Antonio Pérez Lorente, 2º Bach. C

COMENTARIO CRÍTICO DE SAN MANUEL BUENO, MÁRTIR


Decíase que había entrado en el seminario para hacerse cura, con el fin de atender a los hijos de una su hermana recién viuda, de servirles de padre; que en el seminario se había distinguido por su agudeza mental y su talento y que había rechazado ofertas de brillante carrera eclesiástica porque él no quería ser sino de su Valverde de Lucerna, de su aldea perdida como un broche entre el lago y la montaña que se mira en él.
            Y ¡cómo quería a los suyos! Su vida era arreglar matrimonios desavenidos, reducir a sus padres hijos indómitos o reducir los padres a sus hijos, y sobre todo consolar a los amargados y atediados y ayudar a todos a bien morir.
            Me acuerdo, entre otras cosas, de que al volver de la ciudad la desgraciada hija de la tía Rabona, que se había perdido y volvió, soltera y desahuciada, trayendo un hijito consigo, don Manuel no paró hasta que hizo que se casase con ella su antiguo novio Perote y reconociese como suya a la criaturita, diciéndole:
            –Mira, da padre a este pobre crío que no le tiene más que en el cielo.
            –¡Pero, don Manuel, si no es mía la culpa…!
            –¡Quién lo sabe, hijo, quién lo sabe…! y, sobre todo, no se trata de culpa.
            Y hoy el pobre Perote, inválido, paralítico, tiene como báculo y consuelo de su vida al hijo aquel que, contagiado de la santidad de don Manuel, reconoció por suyo no siéndolo.

Miguel de Unamuno: San Manuel Bueno, mártir.

Aquí os dejo un comentario crítico hecho en un examen de 2º de Bach. 
Perote, el bueno de Perote. El hombre que aceptó como hijo a uno que no era suyo por recomendación de un “santo” y, tras haber caído enfermo, solo contó con el consuelo de éste para vivir. ¿Qué ha de pensar Perote? ¿qué fue cosa del azar de la vida?, ¿qué Dios, misericordioso, se apiadó de la deshonra que suponía para él aceptar a ese hijo y le concedió su ayuda en los momentos de flaqueza?
¿Ha de pensar Perote que no hay vida tras esta de paralítico? o ¿debe afianzar su fe, ahora que la parálisis se apodera de sus piernas y creer que Dios se volverá a apiadar de su situación y lo salvará?
El conflicto no existe, no hay debate entre lo que Perote ha de hacer o no. El desacuerdo reside en la naturaleza humana y en lo que nos resulta más fácil o más consolador creer. Y del paralítico, no tengo la menor de las ideas, sin embargo, sí conozco el problema moral que acarrea el creer para vivir tranquilo y feliz o el negar escuchando a la razón.
Es difícil inclinar la balanza hacia un extremo o hacia otro, puesto que he visto al más ateo rezar en hospitales junto a enfermos y al más certero en su fe negarla o, al menos, ponerla en duda ente fechorías.
Considero, pues, que hemos de abstenernos en valorar al creyente, al agnóstico o al ateo, dado que desconocemos el sufrimiento o las consecuencias que puede conllevar serlo.
¿O no sufre el creyente cuando no es premiada su buena conducta tanto como el ateo que no le da sentido a la vida?
Es esta, en el fondo, no solo una cuestión que se planteaba Unamuno, sino que nos preguntamos todos de modo inconsciente o no.
 Tatiana García Muñoz, 2º Bach. B

COMENTARIO CRÍTICO DE ANTONIO MACHADO

Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla, 
y un huerto claro donde madura el limonero; 
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla; 
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido 
—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—, 
más recibí la flecha que me asignó Cupido, 
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.
Hay en mis venas gotas de sangre jacobina, 
pero mi verso brota de manantial sereno; 
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina, 
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
Adoro la hermosura, y en la moderna estética 
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard; 
mas no amo los afeites de la actual cosmética, 
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.
Desdeño las romanzas de los tenores huecos 
y el coro de los grillos que cantan a la luna. 
A distinguir me paro las voces de los ecos, 
y escucho solamente, entre las voces, una.
¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera 
mi verso, como deja el capitán su espada: 
famosa por la mano viril que la blandiera, 
no por el docto oficio del forjador preciada.
Converso con el hombre que siempre va conmigo 
—quien habla solo espera hablar a Dios un día—; 
mi soliloquio es plática con ese buen amigo 
que me enseñó el secreto de la filantropía.
Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito. 
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago 
el traje que me cubre y la mansión que habito, 
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.
Y cuando llegue el día del último vïaje, 
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, 
me encontraréis a bordo ligero de equipaje, 
casi desnudo, como los hijos de la mar.


Antonio Machado, Campos de Castilla.

Aquí os dejo dos comentarios críticos sobre este poema de Antonio Machado hecho por los alumnos en un examen.


Machado, que comienza evocando su infancia, parece desintegrarse entre preferencias y atributos, de forma tan veloz como aparece el viaje definitivo, la muerte. Pero no son solo los versos del poeta los que se deshacen de manera efímera, sino que nosotros lo hacemos simultáneamente.

Los mayores, experiencia viva, suelen resultar el tormento de jóvenes que, agotados, escuchan una y otra vez la misma serenata de historias y peripecias pasadas. Sin embargo, la mayoría de estos “profesionales de la vida” no son conscientes de su actuación. “Parece que fue ayer”, “resulta increíble que haya pasado tanto tiempo”, es entonces, al escuchar estas palabras, cuando nuestra mente se activa y empieza a recordar.

No solo son ellos, nuestros mayores, los que no asimilan el paso del tiempo, somos todos. Encadenados a una monotonía al nacer, nos volvemos prisioneros de lo que establecemos, caemos en el caótico día a día y olvidamos lo verdaderamente importante en la vida: vivir. Vemos pasar los meses del calendario sin hacernos a la idea de lo que ello supone. Y, al igual que nuestros mayores, deseamos regresar a una etapa previa donde poder recuperar el tiempo “perdido” o disfrutar de aquello que no hicimos.

Pero la vida es así, corta e irreversible, pasajera. Venimos al mundo para, al menos la mayoría, labrarnos un futuro al que le dedicamos la mayor parte de nuestra vida y que, cuando llega, ignora todo aquello que habíamos logrado. Resulta tan “estúpido” como “vivir para morir”. Así, desde la opinión de una joven aterrada por el “tempus fugit”, considero que deberíamos de hacer todo aquello que deseemos o, al menos, intentarlo para que el “vivir para morir” sea “vivir y morir”.

Tatiana García Muños, 2º Bach. B

La vida de Machado, menuda “odisea”. Es la primera palabra que aparece en mi mente al recordar la biografía de este grandísimo poeta español. Viajó sin rumbo fijo, no se decidió por ningún paisaje en especial. Amó con todas sus fuerzas, y la enfermedad se llevó a su amada. Vivió en un periodo convulso, donde la palabra, que él tanto defendía, perdió su fuerza.

Pese a todo esto, buscó refugio en la poesía. ¡Qué loco!, diríamos actualmente, pero gracias a esta evasión de la vida por medio de este recurso “tan pasado de moda”, nos encontramos poemas de una altísima calidad.

Y tras pasar esta vida repleta de baches como codilleras, él no desea haber tenido una existencia más llevadera, sino que solo  lo valoremos para que “su verso, como deja el capitán su espada, sea famosa por la mano viril que lo blandiera y no por el docto oficio del forjador preciado”.

Y por desgracia, creo que eso no se está consiguiendo. No exagero si digo que la mayoría de nosotros no conocíamos la obra de Machado anteriormente, quizás porque la poesía no es una de nuestras pasiones o porque el método de enseñanza de la lírica no es el más adecuado. A nadie le gusta el academicismo frío de un libro de teoría lírica.

Pero no solo la juventud no valora a Machado. Nuestros padres, en su mayoría, conocen a este poeta por las adaptaciones musicales que hizo Serrat de sus poemas. Y eso es más triste aún, ya que la sociedad actual piensa que la poesía es aburrida, aunque no se da cuenta que la música es poesía.

Creo que la enseñanza de la lírica debería ser más práctica para que empecemos a valorar más a nuestros poetas y no tratarlos como “bichos raros”. Solo así podremos cumplir el deseo de Machado en su muerte, el reconocimiento. ¡Qué menos!

Miguel Ángel Palacios Fernández, 2º Bach. B